| SEGUIMIENTO DE LOS RÍOS EXTREMEÑOS
Desde la Sección de Pesca, Acuicultura y Coordinación de la Dirección General de Política Forestal se mantiene un plan de muestreos y monitorización de los ríos extremeños con unas 400 estaciones repartidas por los ríos y masas de agua de la región. En el seguimiento de estos ríos se estudia su ictiofauna, parámetros físico-químicos, vegetación, calidad de las aguas… Puede consultar información detallada de las principales metodologías empleadas más abajo.
Recientemente se aprobó en el Consejo de Pesca y Acuicultura el índice de (1) Calidad Piscícola en Extremadura para el seguimiento del estado ecológico de los ríos y otras aguas conforme a la Directiva Marco del Agua 2000/60/CE, la cual completa su evaluación en combinación con la (2) Calidad Biológica de aguas (macroinvertebrados y diatomeas) y su (3) Calidad Geomorfológica (riberas, continuidad fluvial, caudales mínimos y generadores, y otras). Su visualización en el apartado de Cartografía se irá implementando a partir de los datos de muestreos, partes de costera, concursos, actas de repoblación piscícola y otras referencias solventes. Descargar pinchando aquí el ÍNDICE DE CALIDAD PISCÍCOLA EN EXTREMADURA:
PARA LA EVALUACIÓN DE LAS AGUAS ESTE INDICE REQUIERE COMPLETARSE AL MENOS CON LOS DE CALIDAD BIOLÓGICA Y GEOMORFOLÓGICA
CAPA SIG PARA LA EVALUACIÓN PISCÍCOLA DE LAS AGUAS DE PESCA EN EXTREMADURA
Las exóticas MAYORES (depredadoras con mayor talla que los barbos) revelan una modificación más elevada del agua en calado, temperatura, refugio y régimen La PUNTUACION con valor 1 cabría para un tramo en el que se encontrasen todas las piscícolas naturales esperables. Revisado a 24 de agost de 2021
Consulte las principales metodologías en el siguiente apartado: METODOLOGÍAS « Atrás POBLACIÓN PISCÍCOLA: PESCA ELÉCTRICAInventario piscícolaPara realizar el inventario piscícola es necesario tener muestras representativas de toda la población, por lo que se deben utilizar métodos de pesca no selectivos. En aguas corrientes la pesca eléctrica resulta la más eficaz y la menos dañina para los peces. Consiste en someter las aguas a un campo eléctrico creado por un generador de corriente continua que provoca en el pez una narcosis transitoria que facilita su captura. El equipo de pesca eléctrica se compone del motor generador, que mediante un transformador crea una corriente continua de 220v, que para aguas de conductividad alta es adecuada, pero en ríos de aguas blandas es necesario aumentar los voltajes mediante un amplificador de corriente que se conectará entre el generador y el transformador. El cátodo (polo negativo) es un cordón trenzado de material conductor, normalmente cobre que se deja fijo en una orilla, sumergido mientras que el ánodo (polo positivo) es un aro metálico de 25-50 cm de diámetro, colocado al final de una pértiga de material aislante provista de un interruptor que permite crear y cortar el campo eléctrico a voluntad. El operador que lleva la pértiga va oprimiendo el interruptor de forma intermitente creando el campo eléctrico y cuando lo peces se encuentran a corta distancia (menos de tres metros) sufren calambres que les obligan a ondular el cuerpo y mover la aleta caudal, desplazándose generalmente en dirección al ánodo, es decir, directamente hacia nuestra pértiga. La pesca debiera realizarse con un equipo de cuatro personas en el agua, una para llevar la pértiga, dos con sacaderas colocados a ambos lados de la pértiga para capturar los peces y uno más para transportarlos en el cubo hasta la orilla. Los muestreos deben realizarse pescando en sentido opuesto a la corriente, para evitar verse afectado por la turbidez producida por las pisadas y para que el pez aturdido que se deja llevar aguas abajo vaya hacia nosotros y no se aleje en dirección contraria. Muestreos piscícolas cualitativos
Los muestreos pueden ser cualitativos, siendo su fundamento determinar la composición específica de un tramo concreto de un río, saber que especies de peces conviven en él. Se repiten con cierta periodicidad para tener una idea del mapa de distribución de cada especie en Extremadura, de las abundancias relativas de los distintos peces, observar la evolución y en muchos casos dispersión de algunas especies alóctonas y en otros casos el declive de especies autóctonas. En estos muestreos cualitativos se acota con redes el tramo de río en el que se va a trabajar y se realiza solamente una pasada con la pesca eléctrica, contabilizándose en número los individuos pertenecientes a las distintas especies pescadas y rango de tamaños en el que se encuentran. Así no se obtienen datos reales de número de individuos por metro cuadrado, pero sí podemos hacernos una idea de qué especies están presentes en el tramo y las abundancias relativas de las mismas. Los rangos de tamaños son: Menor de 5 cm, de 5 a 10 cm, de 10 a 20 cm, de 20 a 30 cm y mayor de 30 cm. Se aplica un índice de abundancia relativa (Tabla I) basado en el número de ejemplares de cada especie capturados, que permite comparar con más objetividad los resultados obtenidos en los muestreos de pesca cualitativos. Tipos de abundancia
Tabla I. Índice de abundancia relativa Muestreos piscícolas cuantitativos En los muestreos cuantitativos se quiere obtener un número mayor de datos, que nos caractericen de manera más concreta la población piscícola presente en el tramo. Se obtienen datos de relación longitud-peso, de crecimiento, de mortalidad, abundancias concretas por superficie de río, la frecuencia de aparición de individuos de distintas edades,… Este tipo de muestreos es la metodología utilizada en los ríos trucheros para obtener una mayor información útil en la gestión de los cotos, tramos libres y vedados. En los muestreos cuantitativos se intenta pescar la población completa de peces que habita en el tramo de río a muestrear. Para ello se acota el tramo con ayuda de redes que obstruyan el paso de los peces aguas arriba y abajo de la zona. Pero extraer todos los peces de un tramo de río resulta prácticamente imposible, por lo que se recurre al método de capturas sucesivas sin reemplazamiento. Éste consiste en recorrer el tramo realizando la pesca eléctrica de tres a cinco veces, intentando invertir el mismo esfuerzo en las tres, para que no haya variaciones en las probabilidades de captura entre las distintas pasadas (mismo equipo, misma duración, mismo recorrido). La pesca obtenida en cada pasada se individualiza y se anotan los números pesos y tallas de los grupos por separado, no devolviéndola al río hasta que se hayan concluido todas las pasadas de pesca. El número de peces capturados en cada una de estas pasadas debe ser decreciente, porque se entiende que cada vez quedará un menor número de peces en el tramo acotado.
Todos los peces que se extraen del tramo acotado son pesados, medida su longitud furcal y determinada su especie. Estos datos son utilizados posteriormente para evaluar la población. Mediante métodos estadísticos podemos calcular el número total de individuos de la población, su abundancia absoluta, lo que luego resulta muy práctico para comparaciones entre distintas poblaciones. También obtendremos la densidad, sabiendo la longitud de río que hemos acotado con las redes y la anchura media de la lámina de agua en ese punto y en esa época del año; la densidad se expresa en número de individuos por metro cuadrado o de individuos por hectárea. Tanto la densidad como la abundancia variarán en un tramo de río a lo largo del año, ya que hay migraciones, un número mayor de peces tras la época de reproducción y una disminución más suave a lo largo del año por la mortalidad natural de los peces. Por eso es práctico el concepto de biomasa, que se mantiene más constante durante todo el año, aunque puede sufrir variaciones en la época reproductora por migraciones de muchas especies hacia las zonas de freza. La biomasa también viene relacionada con la superficie y se expresa en gramos por metro cuadrado o kilogramos por hectárea y se calcula sumando el peso de todos los peces capturados.
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